Pude ver como la tormenta llegaba.
Las olas se avivaban
con el viento amargo
que soplaba.
Con tal fuerza te quise
que con mis manos
contuve las nubes,
el torrente ácido de lluvia
pero el cielo negro
y lluvioso finalmente,
se rasgó cuando
dijiste marchabas.
Los truenos se soltaron
El cielo se derramó,
Volaste aún más lejos
De lo que estabas.
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