Si se pudiera medir

la nostalgia que dejó

el calor del verano.

La lluvia corta,

música de gotas

olor a tierra de campo.

El brillo de los ojos

que se encuentran

y se hablan sin hablarse.

Vamos, corre si puedes.

En la línea entre los sueños
Y la conciencia, desvarío.
Las hojas se mueven y agonizo.

Lágrimas y lluvia, un cuerpo,
Ríos, caudales, palabras.

Mordiscos desgarran adentro.
Los ojos giran, buscando
perdón entre los huecos.

Una roca en vez de corazón,
La nostalgia, el amor, la tristeza
El dolor, la mentira, la culpa,

Agonía de dos mundos,
El real y el de los sueños.
Niña, preciosa mentirosa.

Hay lágrimas escondidas en los libros,
Pretendiendo que nada pasa,
Que detrás del silencio no hay nada.
Tal vez de los ojos uno se esconde,
Pero de uno mismo nadie se salva.