viernes, 27 de agosto de 2010

Ardiendo

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Brasas arden dentro
hierve la sangre
se hace torbellino
Muerdo mi lengua
Sello mis labios
Que las brasas no se escapen

Qué sería de mí si se quemaran
las rosas y los lirios
si cayeran hechos cenizas
sus pétalos dolidos

Latidos avivan las llamas
gritan alegres las chispas
se esparcen entre las ramas

Me tapo la boca
que no escapen de nuevo
las llamas, que no quemen el cielo
Las gotas y el viento no apagan el fuego

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1 comentario:

Daniel Aguilera dijo...

Mafe! "Ardiendo", a mi indigno parecer, es uno de tus poemas más "dramáticos" en el sentido CL de la palabra. Las palabras son un fuego que cruza el alma y deja deseando "otro tipo de fuego" al lector que las llegue a leer y entender en su siginficado profundo. Buen título también. A mi opinión, es uno de tus poemas más logrados de entre los que llegué a conocer, logradísimo en cuanto a figuras literarias y uso de la metáfora en particular. Avanti Parsifal!